Jueves 15 de Septiembre, noche de MAXIMUM TROLLING.
Ya tardaba en escribir artículos, joder. ¿Y qué mejor que hacerlo después de haber dormido poquísimas horas, con el humor trastocado ya que, he tenido que levantarme de la cama porque, la penca de la casera tiene que venir a revisar el puto estado del piso para ver si nos devuelve la fianza o no? Ni que tuviéramos 15 años. Además, somos informáticos. somos la ostia. Ya estaba calculado todo antes de entrar al piso, obviamente no vamos a darle el placer de discutir ni lo más mínimo que no devuelva la fianza. Caseros trolls.
Mientras esperamos a la espécimen, comentaré acerca del último jueves ‘normal’ que tuvimos en el curso, no el de ayer, si no el del 15 de septiembre de 2011. Un jueves que empezó normalito, como todos los días anteriores, quedando en la plaza cerca de metro tribunal (lo siento chicos no me acuerdo del nombre XD) y rayando a los chinos para que vendan cerveza, charlar y calentar motores previa entrada a algún garito de malasaña. Hasta aquí todo normal de no ser porque, ya había pasado 1 mes y 1 semana de curso, la confianza entre nosotros, el colegueo, empezaba a mostrar sus primeros signos de evidencia, y con esto, dio lugar a situaciones de MAXIMUM TROLLING.
‘Troll, MAXIMUM TROLLING, trolling as a way of life,…’ Seguro que muchos de vosotros ya conocéis (más o menos) estos términos, surgidos de las entrañas de la red de redes, internet. Terminos que sirven para etiquetar acciones las cuales siempre han existido, ahora todas encasilladas bajo un mismo ‘palabro’: Troll! ¿Qué es un troll o qué hace un troll? Aparte de que el troll, directa o indirectamente llama la atención, el troll ‘trolea’. El acto de ‘trolear’ implica que las acciones del troll dejarán a la gente de su alrededor descolocada, en el medio donde se encuentran (físico o virtual, véase foros). Estos, no sabrán como reaccionar hasta que no se asimilen la acción que ha realizado el troll. Resumo en un ejemplo (reciente donde los haya xD):
Metro de Madrid, viernes cualquiera a las 7.00 a.m., estás de vuelta a casa, con el cachondeo en el cuerpo pero en los vagones hay muchos zombies, digo personas, que se van a currar. Gracioso de ti, tienes la última aplicación de mierda creada para molestar, descargada en tu Smartphone. Entráis sigilosamente tu y tus colegas al metro, miráis a vuestro alrededor. ‘Perfecto’. Ejecutas la aplicación llamada ‘Bocina de aire’, esa que emula el sonido de un bocinazo de trompeta y cualquier otro sonido chorra similar, cuando aprietas el botón. Pulsas el botón, la gente te mira, de manera rara, a saber qué piensan, pero nada bueno. Repites unas cuantas veces más., hasta cansar. Conseguido, acabas de ‘trolear’ el vagón de metro y a toda su gente, ya eres un troll! (En internet surgió una imagen, famosa donde las haya actualmente, del rostro de un troll, alias ‘trollface’) La pongo a continuación.
Con este resumen descriptivo, ya puedo retroceder a la noche la cual se refiere este artículo. ¿Qué pasa si mezclas a una serie de tíos con algo en común como la informática y que van a pasar uno de los mejores años de sus vidas dentro de poco, les das un tiempecito para que se conozcan, ganan confianza y están en un ambiente de fiesta, risas y bromas? Pues que surgen situaciones de todo tipo, y entre ellas, si vamos con la coñita del ‘troleo’ ya que como informáticos que somos, estamos a la orden del día en cuanto a bromitas extraídas de internet se refiera, estas surgirán en nuestro día a día (o noche… xD).
Esa noche, nadie se fue a su casa sin antes ser ‘troleado’. Empezando por ráfagas de fotos a Pablo (Hong Kong), mientras éste hablaba con una erasmus, preguntando a la china que vendía los botes si tenía novio, y si quería que Rubén (Argel) fuera su pretendiente, comentarios lanzados hacia grupos de chicas sin sentido ninguno, rayar a los relaciones públicas (lo que tienen que aguantar) para que nos rebajen el precio de la copa hasta el subsuelo, conocer a un par de chicas en la discoteca y mientras Horacio y Miguel (Dakar y Pekín) hablan con ellas, pasar 5 de nosotros por al lado bailando como mongolos, acorralando y realizando otros actos impertinentes,…
Hubieron unas cuantas ‘troleadas’ más, somos gente de recursos, ¿qué os pensáis? Pero no me acuerdo de todas. Eso sí, la noche fue genial. Como de costumbre, risas, buen rollo, cachondeo, diálogo, tonterías y fotos. Os dejo, como de costumbre, un enlace a las fotos que eché ese día, que hablan por si solas.
Enlace al álbum a continuación
2011-09-15 jueves maximum trolling madrid |
¡VIVA ICEX Y SUS BECARIOS INFORMATICOS 2011-2012!